Dolor... nada mas

Te lamentas por perder a alguien, y lloras y te tiras los cabellos al pensar que ya nunca volverás a eso. Cuando te preguntas dices que ese dolor es una cicatriz, una que se creo ante la partida de esa persona, pero no, se equivocan, no duele la cicatriz, esas están ahí para recordarnos a quien nos las creo, si hablamos de cicatrices hablamos de una herida sanada una que ya no debe doler… Doler es ver a quien motivaba tu sonrisa regalándole la suya a alguien que no eres tú. Es la vida y su cruel (sin)sentido del humor, ese que se burla de ti cuando encuentras en un bolsillo relegado en el olvido de tu memoria el billete de autobús que cambió el epicentro de tu vida.

Doler es despertar una mañana, girarte sobre la cama y darte cuenta de que esa almohada aun tiene su esencia impregnada, esa misma que te tira en cara que ya no habrá mas noches de desvelo charlando sobre Marx, Rowling, Alejandro Sanz y la vida misma.
Doler no es llorar hasta quedarte dormida, es otra cosa. Doler es vivir sin dormir, pensando que las lagrimas no terminaran nunca, sentirlas segando tus pupilas. Es escuchar una canción que antaño te acariciaba con su melodía, y que hoy te ataca impasible, insensible a todo momento en que fue protagonista de tus suspiros. 
Doler es pensar que ya a pasado, ir por la vida sonriéndole a todo el mundo mientras dentro, muy dentro de ti hay una zona oscura y tenebrosa en la que sabes caerás eventualmente, porque NADIE PUEDE SER FUERTE PARA SIEMPRE. Doler es otra cosa. Es pensar que puedes superarlo que nadie se dará cuenta de cuanto te duele para luego descubrirte a ti misma sintiéndola a tu alrededor, añorando esos abrazos que duraban horas. Doler es sentir que sangras a muerte y descubrir que tu sangre la conviertes en tinta, porque si lo escribes, si lo haces publico quizá así ella sepa lo que te duele, quizá así regrese…

El dolor son los días subsiguientes, las secuelas de algo que ya no será. Es ese ir por la calle tratando de no pensar en ella de solo sacarla de tu mente y ser derribada de un golpe por ese olor familiar que impregnaba tu piel y tu alma en otro tiempo, su perfume, su dulce esencia que era aun mejor cuando mezclada con su sudor y el tuyo quedaba sobre tu piel después de una gran noche. Y entonces te detienes, miras a todos lados esperando que ella este en algún sitio, mirándote de lejos con una sonrisa tímida mordiéndose el labio como lo hacia cuando sus miradas se cruzaban. Y entonces viene la decepción esa que te llega al darte cuenta de que no esta ahí, de que solo, solo fue un recuerdo y nada mas, una cachetada de dios que te hizo recordarla cuando pensaste que ya la habías olvidado. Sentirte morir cuando mirando tu celular, esa pequeña pieza de tecnología que te ayudo a enamorarla, buscas algún indicio de que ella si existió de que eso que sientes ahora que te quema por dentro fue en primer termino algo lindo.
Y así tan fácil comienzas a buscar en tus mensajes en la memoria de ese móvil que antes te mantenía sin dormir y que ahora solo te trae pesadillas, y encuentras, encuentras sus palabras sus caritas sonrientes, encuentras eso que para empezar no querías encontrar, pero que lo necesitas, necesitas leerla sentir de nuevo ese tirón en el estomago que te hacia sonreír como una idiota mientras leías una y otra vez cada uno de sus textos. De nuevo lees y duele… eso es dolor porque la única cosa mas eterna que las palabras son los recuerdos.
Y entonces el alcohol te llama ese fácil y familiar compañero que te hará olvidarla, o al menos eso crees, piensas que entre botellas podrás sacarla de tu mente y de tus deseos, pero con el alcohol corriendo por tus venas solo consigues sentirla mas añorarla mas y desearla mucho mas. Y te pierdes en alguien mas, no sabes quien es, solo sabes que estaba en aquel bar de mala muerte a donde fuiste a caer tratando de olvidarla.
Pero su saliva no te quema la piel como la de ella. Sus labios apenas se acercan a transmitirte cuanto los suyos lograban. Y sus manos buscan saciar un hambre voraz sin punto de partida en el corazón. Te dejas desnudar la piel, pero no el alma. Y al final de todo sigue doliendo, las secuelas de un amor que pensaste no terminaría que seria tan eterno como aquellas historias sobre las que has leído toda tu vida. Esas son heridas de las que no dejaran de sangrar, de esas que te duelen tanto que quieres morir, pero no matan solo torturan.

Los temidos 27

Ps si gente hemos llegado a este punto de nuevo, MI CUMPLE esa epoca del año en que facebook les recuerda a mis "amigos" que deben escribir un saludo random para mi.
Tambien es esa epoca del año en que recuerdo las felicitaciones de cumple que mi madre me hacia todos los años, el despertar con las mañanitas y el sentir su abrazo primero que el de nadie mas.
Este año me depara cosas chidas, (amor, esperemos) y quiza mucho mas. Asi que aca dejo esto como testamento de mis temidos 27 y regreso a mi celebracion que incluye algunas peliculas de mis favoritas y una comida con la familia