Hay fragmentos de mi que no brillan y que si los llegaras a mirar de frente te asustarían, pequeños pedazos que hacen que no siempre sepas como reaccionare. Pero créeme cuando digo que tu voz en mi oído y tus labios en los míos serán los remedios perfectos para todo eso que algún día pudo llegar a lastimarme.
No siempre seré capaz de cuidar de ti, de alentarte y ayudarte en tu lucha diaria. Algunas veces seré yo quien necesite ser envuelta entre tus brazos y llevada a la ducha para lavar esas lagrimas que no cesaran de caer; algunas veces necesitar gritar en mi almohada hasta que no pueda respirar y me quede sin voz entonces requeriré que te quedes conmigo, como yo lo hice cada vez que me lo pedias con la voz entre cortada y el corazón roto. Pero eso no quiere decir que no lo volveré a hacer cada que me necesites hasta el día en que muera.
No soy tan fuerte como dejo que todos lo piensen, y no puedo ser siempre la valiente, la fuerte que mira al peligro a la cara y le dice "jodete". Necesito que veas eso, y que me ames en mis momentos de debilidad y que mires mas allá de mis dramas y traumas y me digas que nada importa y que nada me lastimara solo porque tu estás conmigo y que podemos mirar juntas al peligro y pelarle los dientes.
Quiero que nuestras mutuas fallas y tropiezos, esas cicatrices que ambas llevamos con orgullo se entrelacen como eslabones de una cadena creando algo mucho más hermoso de lo que la humanidad ha visto nunca.
Hay fragmentos de mi que te son aterradores y amenazantes, pero también hay otros que brillan y deslumbran, que te dejaran sin aliento y te harán pensar que esta mujer que tienes enfrente vale todo o más de lo que estas dispuesta a dar por ella.
No siempre estar tratando de destruir todo a mi paso, mi lado destructivo y sarcástico no está siempre presente, la mayoría del tiempo soy como ese fuego suave que calienta en una fogata, llevando luz y calor a aquellos que están a mí alrededor. Si, suelo ser un poco distraída y ensimismada en mi propio mundo secreto, pero te prometo que si algún día tenemos hijos; pequeños que sean un poco tu y un poco yo les enseñare a tocar el piano, y a hablar en italiano con un lindo acento del sur, siempre los besare cuando se lastimen y los llevare de la mano hasta su primera lección en el colegio, porque ellos después de ti serán lo mas importante en mi vida.
Y sin importar mis lados oscuros o mis momentos de ensimismamiento cada vez que te mire sabrás que te adoro, no habrá necesidad de palabras o poemas solamente mis ojos y mi sonrisa con esos hoyuelos que son tu perdición te dirán que eres mi adoración, siempre... Siempre
